Como cualquier análisis de sangre, este análisis en particular es generalmente seguro. El profesional que lo realice limpiará con un antiséptico el lugar de extracción de la sangre para evitar infecciones.
Incluso con esto, es posible que el paciente sienta dolor cuando se le inserte la aguja, y puede que sienta molestias durante un rato después de haberla retirado. También pueden aparecer hematomas.











