Folleto de pautas para el tratamiento de la espondilosis cervical

El mejor tratamiento de la espondilosis cervical suele incluir una combinación de fisioterapia, medicamentos como los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y modificaciones del estilo de vida para controlar los síntomas y mejorar la movilidad del cuello. En casos graves, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para aliviar la compresión de la médula espinal o la raíz nerviosa.

Los peores síntomas son el dolor de cuello intenso, la radiculopatía cervical que causa dolor y entumecimiento en los brazos, y la mielopatía cervical espondilótica, que puede provocar pérdida de coordinación, debilidad y problemas de control de esfínteres.

Evite las actividades que fuercen el cuello, como levantar objetos pesados o pasar periodos prolongados mirando una pantalla, ya que pueden exacerbar los síntomas. Absténgase de adoptar posturas inadecuadas y de realizar movimientos bruscos y repentinos con el cuello para evitar más lesiones cervicales.